Porque un beso es como una taza de café, capaz de calentar y cobijar el alma. Y es que todo empieza con un pequeño sorbo, esta demasiado caliente, a punto de hervir, pero una vez nuestros labios han provado quieren mas, no podemos conformarnos con ese sorbo. Bebemos a diminutos traguitos, que poco a poco reconfortan nuestro cuerpo y hacen que nos adaptamos a su calor. Los siguientes tragos serán profundos, su satisfacción casi plena. Cuando se acerque el final no querremos ver el fondo y al pasar el ultimo trago vendrán con él, los mas intensos sabores del café, y la dulzura del azúcar, haciéndonos adictos, pues no podremos olvidar el amargor, la sensación de escalofrío y la dulzura final. Querremos mas. Alguien me dijo una vez;

- "La miel no esta para la boca del oso muchacho."


¿Una taza de café señora? Invita la casa...


-----------------------------------Recortar por aquí, vale por un corazón-----------------------


Al calor de un brasero que inundaba toda la estancia, el suave tic-tác de un reloj de cuco, amparado por viejos muebles de viejas maderas de viejos arboles con muchas historias que contar. Se colaba la luz del sol por un gran ventanal, una luz ahogada y casi extinta por las dulces nubes que como un manto mecían al cielo. Figurillas de pose inmóvil llenaban las repisas y parecían esperar a que la soledad abandonase las paredes para seguir entonando cancioncejas olvidadas y bailes prohibidos. Plantas de absurdos colores languidecian mientras bostezaban disponiéndose ya del sol a media mañana, porque en breve se iría a dormir el sol, para dar paso a Dionisios, y que las calles quedaran plagadas de luces y vacías de gente.
Escuchó soplar al viento chocando contra los muros y ventanas, arrastrando susurros y sollozos, que le eran familiares.
En aquel lugar se hayaba nuestro joven loco, harto de pensar y actuar, cansado de vacilar ante sus decisiones, aburrido de esperar en la puerta a la señora "Suertes". Allí acallaba sus penas entre hojas, tinta y palabras. Allí se desizo de sus cadenas.


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Me despido, estoy ya algo cansado de todo un poco, en general voy bien con los exámenes, pero no puedo poner el adjetivo bien al resto de las cosas que me ocurren, así pues, rompo la supeditacion.